Es conocido frecuentemente a través del término inglés mobbing ("asediar, acosar, acorralar en grupo"), llamado también “acoso laboral”, “acoso moral”, “acoso institucional”, entre otros, es un problema laboral severo y complejo, en el que el estrés lo provoca intencionadamente una o más personas del entorno laboral de la víctima. El acoso moral va aislando progresivamente al empleado que lo padece. Puede ser victimizado hasta su aislamiento y posterior retiro o renuncia “voluntaria”, siendo colocado en la posición del “inadaptado”. Algunas de sus características son comunes a otras formas de estrés, como el burn-out. Es toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud...) que atenta, por su repetición o sistematización contra la dignidad o la integridad psíquica o física de una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando el ambiente de trabajo
Heinz Leymann lo define como una “Situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado sobre la otra persona o personas en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona acabe abandonando el lugar de trabajo”.
Es un conflicto social complejo y multicausal. En general no suele existir una causa única. Un bajo rendimiento puede provocar una reacción agresiva del supervisor en un momento crítico, que lleve a un acoso laboral dirigido a expulsar del trabajo a la víctima. Una persona deprimida o ansiosa, con sus continuas quejas y ausencias, puede provocar reacciones de rechazo en sus compañeros que la lleven a ser víctima de aislamiento o a sufrir una mayor presión para que trabaje por parte de su supervisor, a continuación los comportamientos hostiles le provocan bajo rendimiento, lo que se utiliza como excusa para despedirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario